

- Inventora autodidacta y una de las actrices más famosas en el Hollywood de su época
- Patentó la tecnología de "salto de frecuencia" que se emplea en móviles, el wifi o el Bluetooth.
- Recibió el premio de la Innovación concedido de la EFF por su contribución a la ciencia y la sociedad.
Aprende más sobre ella
Hedi Lamarr no tuvo una educación formal en ciencia y aprendió ciencia por su cuenta. En su tiempo libre, se dedicaba a estudiar, a inventar cosas y a hobbies relacionados con la ciencia.
Con motivo de la 2ª Guerra Mundial emigró a los EEUU. Se fue a Hollywood, ycambió su nombre por Hedy Lamarr. Protagonizó numerosas películas para grandes estudios. Durante dos décadas llegó a trabajar con los actores más importantes de la época.
Era una persona extremadamente inteligente. Fue una pionera de la comunicación sin cables. La misma que se emplea en teléfonos móviles, el WiFi o el Bluetooth.

Curiosidades
Hedi Lamarr tuvo la idea de la comunicación por el espectro ensanchado por salto de frecuencia durante una cena. Allí conoció a George Antheil, un músico famoso como Hedi. Mientras George tocaba el piano, Hedi a su lado cantaba la misma tonada.
Durante los siguientes dos años, trabajaron conjuntamente para desarrollar una patente de esta tecnología en 1942.

El espectro ensanchado por salto de frecuencia (del inglés Frequency Hopping Spread Spectrum o FHSS) es una técnica de telecomunicaciones.
La señal se emite sobre una serie de frecuencias de radio que parecen al azar. Sin embargo, hay truco. El emisor y el receptor se coordinan para cambiar de frecuencia al mismo tiempo.
Es muy útil para cifrar la comunicación. Si alguien interceptara un mensaje de manera no autorizada, solo escuchará una señal sin sentido o una pequeña parte del mensaje transmitido.
Historia









Ana Juan, ilustradora valenciana de reconocida trayectoria tanto en España (Premio Nacional de ilustración, 2010) como a nivel internacional (Medalla de Oro ed la Society of Newspater Design). Licenciada en Bellas Artes por la UPV, su arte expresionista deja volar la imaginación del espectador desde las entrañas. Sugerentemente sutil, su obra, muy personal y característica, ha ilustrado publicaciones como The New Yorker.