- Sintetizó el primer elemento radioactivo artificial. Recibió, junto a su marido el investigador Frédéric Joliot, el Nobel de Química en 1935 por sus trabajos en la síntesis de nuevos elementos radioactivos.
- Investigó el campo de la estructura atómica y gracias a esos estudios se descubrió posteriormente el neutrón en 1934.
- Trabajó en las reacciones en cadena y en la construcción de un reactor nuclear que generase energía
Nació en París el 12 de septiembre de 1897. Irène Joliot-Curie fue una física, química, política, activista antifascista y feminista francesa. Fue galardonada junto a su marido con el premio Nobel de Química en 1935 por descubrir la radioactividad inducida y la radioactividad artificial.
Fue educada en una "cooperativa de enseñanza" de 1907 a 1909 creada por Marie Curie con sus amigos universitarios que enseñaban a sus hijos e hijas en ella según su especialidad. Después se matriculó en la Sorbona para estudiar Matemáticas y Física, aunque también se matriculó en un curso de Enfermería.
Durante la Primera Guerra Mundial, interrumpió sus estudios para acompañar a su madre al frente haciéndose cargo de las “Petit Curie” (unidades portátiles de Rayos X) para atender a los heridos en la contienda.
Cuando acabó la guerra fue nombrada ayudante de su madre en el Instituto de Radio de París. A partir de entonces trabaja también en sus propias investigaciones y obtiene el doctorado en Ciencias en 1925. Allí conoce a su marido que trabajaba como asistente personal de Marie Curie, Frédéric Joliot. Se casaron en 1926, poco después nació su hija Hélène y cinco años más tarde su hijo Pierre.
El matrimonio Joliot-Curie descubrió la radioactividad artificial en enero de 1934 y fueron galardonados con el Premio Nobel de Química en 1935 por sus aportaciones en ese campo.
Murió en 1956 por una leucemia derivada de la exposición prolongada a la radiación.
Desde pequeña destacaron sus aptitudes en el campo de las Matemáticas. A los once años ya estudiaba matemáticas avanzadas y a los catorce aprobó la primera etapa de bachillerato con un año y medio de adelanto y matrícula de honor.
Irène siempre tuvo un firme compromiso antifascista y feminista, lo que desde luego le puso en situaciones muy complicadas a lo largo de su vida. Por ejemplo, durante la Segunda Guerra Mundial, con París ocupado, decide quedarse en Francia escondiendo sus investigaciones para que no cayeran en manos del fascismo y protegiendo a los investigadores judíos o a miembros de la resistencia. Durante la Guerra Civil Española, Irène tomó partido por el gobierno legítimo de la República Española e incluso organizó acciones para recoger fondos para los refugiados españoles que huyeron de la dictadura.
Fue nombrada Subsecretaria de Estado en 1936 y logró mejoras en el campo de la investigación como el aumento de los sueldos y becas de los investigadores y también el aumento del presupuesto general de investigación. En enero de 1945 es nombrada comisaria de la Energía atómica, siendo la única mujer entre cinco comisarios.
En ese mismo año también asume la vicepresidencia de la Unión de Mujeres Francesas y forma parte del Comité mundial para la paz y el desarrollo, Además, interviene en el Congreso Mundial de Mujeres contra la Guerra y el Fascismo.
Irène Joliot-Curie acompañó a su madre, Marie Curie, al frente de batalla durante la Primera Guerra Mundial para poner en marcha las “Petit Curie”: unidades portátiles de rayos X que servían para atender a los heridos en la contienda.
Cuando comenzó la contienda Irène sólo tenía 17 años. A pesar de su juventud, en pocos meses, se quedó a cargo de una instalación de campaña donde radiografiaba a heridos y calculaba dónde se alojaban en los enfermos las balas y la metralla, de esta manera los cirujanos podían intervenir a los heridos.
Con 18 años se encargaba de la formación de enfermeras para que ocuparan su lugar y así ella se trasladaba a otra posición para seguir atendiendo heridos con las Petit Curie y extendiendo su uso en el frente.
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Olalla Ruiz
Olalla Ruiz, ilustradora toledana establecida en Granada. Tras estudiar Bellas Artes dejó el arte de lado para dedicarse al diseño gráfico y web. Años después volvió a dibujar y ahora se dedica profesionalmente a ello. Siente que en la ilustración ha encontrado el equilibrio entre el arte y el diseño. Su trabajo es figurativo y narrativo y entre sus ilustraciones destacan los retratos, que han sido publicados en periódicos, cómics o portadas de libros. Ha ilustrado para El País, Cinemanía, Instituto Cervantes o Amnistía Internacional.
