- Realizó importantes trabajos en geometría y sistemas dinámicos.
- La primera mujer en ganar la Medalla Fields, el premio más prestigioso de las Matemáticas.
- Nos enseñó una nueva manera de entender matemáticamente las superficies abstractas.
Aprende más sobre ella
Maryam no siempre quiso ser matemática. Cuando era niña en Irán, su sueño era ser escritora. Fue en el instituto cuando se enganchó con los números.
A los 17, ya ganaba competiciones internacionales de Matemáticas. Y en la universidad, Harvard, sus tesis sobre superficies hiperbólicas solucionaba problemas que llevaban confundida a la comunidad matemática durante décadas.
Como profesora en Stanford, Maryam fue respetada por su habilidad para mezclar teorías matemáticas y por su voluntad de resolver problemas sin solución.
Curiosidades
Roya Beheshti, su mejor amiga con 10 años, fue quién la animó a participar Olimpiadas Internacionales de Matemáticas. Nunca antes habían aceptado a una niña. Así que, a escondidas, se hicieron con las preguntas del examen. Con mucho esfuerzo, las dos lograron resolver 3 de los 6 problemas.
La Directora de su escuela acabó enterándose y se decidió a ayudarlas. Organizó clases de matemáticas para chicas como las que tenían en las escuelas solo de niños.
En 1994, con 17 años, Maryam y Roya fueron seleccionadas en el equipo olímpico de matemáticas de su país. Las primeras chicas en conseguirlo. Maryam se llevó la medalla de oro y Roya la de plata.
Las lineas geodésicas son muy útiles en geometría. Son el camino más corto que une dos puntos en una superficie.
Maryam se interesó por las superficies de Riemann. Son una variedad de lineas geodésicas con forma curvada. Con la particularidad, que muy de cerca parecen planas.
Las lineas geodésicas son curvas pero, muy de cerca, parecen planas. Por eso, nuestros antepasados pensaron, durante mucho tiempo, que la tierra era plana.
Historia
Artista aragonesa y licenciada en Bellas Artes por la Universidad San Carlos (Valencia). Su obra puede encontrarse en diferentes museos desde Huesca hasta Japón. Ha participado en numerosas exposiciones colectivas, así como más de una decena de expos individuales. En cada una de ellas, la artista se sumerge en la poesía y la imaginación con una capacidad única: representar lo invisible.